Tras la decisión del gobierno de descongelar el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), la nafta volvió a aumentar este sábado. Estos tributos se actualizan en base a la inflación y se habían mantenido sin cambios durante más de dos años.
La primera en mover fue YPF, el principal jugador del mercado, con una suba del 7,5% promedio en todos sus precios que se empezó a aplicar esta madrugada. El litro de nafta súper en Centenario quedó a un valor de $702 (costaba 653) y el de Infinia $871 (810), en gasoil común a $912 (848) y el premium a $1097 (1020). En el caso del gasoil, el aumento del impuesto impactó con una suba de cerca más de 70p esos en pico de surtidor.
Además, Rodríguez señaló que «se ha producido un cambio en la modalidad de consumo» y que el consumidor «de naftas premium, que son grado 3, se ha pasado a las grado 2, que son más baratos». «En el último mes y medio o dos meses, se va produciendo una caída en la demanda que empieza a ser para nosotros preocupante como sector», concluyó.
La aplicación del impuesto a los combustibles, que provocará nuevas alzas en abril y mayo, se había congelado durante el gobierno de Alberto Fernández y fue repuesto desde febrero por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien definió que se vuelva a aplicar en cuotas. Según Caputo, este tributo aportará 0,5% del PBI a la recaudación durante el 2024.
De hecho, la recaudación por este tributo podría ser de $3.839.106 millones en 2024, según un trabajo de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATHEDA) , y esto sin tener en cuenta las actualizaciones trimestrales de este año. Sería un salto de 630% con respecto al año pasado, donde recaudó tan solo cerca de $530 mil millones.