Eran las 18:07 del jueves 18 y la tranquilidad de la tarde se interrumpe con bocinazos y la rauda llegada de una camioneta Fiat Qubo color azul, los bocinazos anuncian que algo pasaba, los perros del cuartel de bomberos voluntarios de Centenario empezaron a ladrar advirtiendo también al personal.
El vehículo se detiene en la entrada principal y desde allí baja un papá pidiendo auxilio con su pequeño hijo de tan solo un mes y 12 días llamado Timoteo. El pequeño había dejado de respirar y no reaccionaba según refería, no dudó y decidió llevarlo de urgencia hacia la Central 8.
A la acción sale enseguida el cabo Pablo Gómez que se encontraba de guardia en ese momento, a su vez el cuartelero decide accionar la alarma para estos casos y convocar al resto del personal. Bastaron segundos para que el bombero pudiera estabilizar al bebé y que este volviera a respirar.
Una vez que esto ocurrió y hasta el propio jefe, el subcomandante Patricio Álvarez, también lo asistiera, el papá por recomendación traslada a Timoteo al Hospital Natalio Burd para una mayor revisación y como se indica por protocolo después de un episodio así.
Álvarez sostuvo a CD que el menor se encuentra bien de salud y que le informaron que fue atendido en la guardia del nosocomio centenariense. Había reaccionado bien y pediatras lo estaban evaluando.
“El bebé no reaccionaba, el papá subió al auto y salió disparado para acá, en el hospital habían hecho ya los controles y esa es la recomendación. Nosotros también activamos nuestro protocolo interno para atender este tipo de casos” señaló.