Los momentos desesperantes se convierten en tranquilidad en el cuartel de bomberos voluntarios de Centenario como sucedió el viernes 1 de agosto por la noche. Una familia acudió desesperada al edificio de la calle Atahualpa Yupanqui porque su pequeño hijo llamado Ciro, de tan solo tres días de vida no respiraba.
Apenas el auto llegó a los bocinazos, el personal de la guardia intervino de inmediato saliendo hacia la vereda. El menor presentaba la vía aérea obstruida, con las primeras maniobras empezó a respirar nuevamente a los pocos segundos para tranquilidad de todos.
La capacitación permanente también salva vidas y esto quedó nuevamente en evidencia con el actuar del personal bomberil. Los héroes que se encontraban en ese momento son Julián Álvarez, Iván Lermanda, el oficial y segundo jefe Víctor Arroyo, Candela Álvarez y el subcomandante y jefe, Patricio Álvarez.

La mamá primeriza le contó a los voluntarios que le estaba dando la teta cuando en un determinado momento dejó de respirar.