Durante las tareas diarias de mantenimiento, el personal de Limpieza Urbana del municipio detectó en la esquina de Honduras y Bolivia, Barrio Sarmiento, una gran cantidad de residuos patógenos, principalmente jeringas y agujas descartables. De inmediato, alertaron al equipo de Inspección Ambiental, que constató que los materiales hallados son compatibles con los residuos generados por tatuadores.
Este tipo de desechos representa un riesgo sanitario, ya que pueden causar infecciones o lesiones a quienes los manipulen. Su tratamiento y disposición final deben realizarse bajo un protocolo específico, que exige que los responsables estén inscriptos en el Registro Único de Generadores de Residuos Patogénicos, dependiente de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
En Centenario, solo uno de los tatuadores se encuentra actualmente registrado. El municipio recordó que se infraccionará a quienes no cumplan con esta obligación, ya que todos fueron notificados por cédula y advertidos sobre la correcta gestión de estos residuos.
“No registrarse y disponer inadecuadamente este tipo de residuos es una falta gravísima que pone en riesgo la salud pública”, remarcaron desde el área ambiental.
Los principales generadores de residuos patogénicos en la ciudad son consultorios odontológicos, veterinarias, laboratorios y centros de salud.El Decreto Municipal N°134/2019, reglamentario de la Ordenanza N°6760/14, establece el marco normativo para la gestión de estos residuos en el ejido local.
Los materiales encontrados hoy fueron colocados en canastos rojos sellados y trasladados al Centro de Control Canino, punto de recolección municipal de residuos patogénicos.
El servicio será cubierto por el municipio, lo que implica que la irresponsabilidad de unos pocos termina siendo costeada por todos los contribuyentes.
