En el tramo decisivo rumbo a las elecciones legislativas, el contraste entre la realidad nacional y la provincial es cada vez más evidente. Mientras los partidos de la grieta se enfrascan en discusiones estériles que poco tienen que ver con los problemas de la gente, Neuquén ha demostrado que es posible crecer con recursos propios, planificación y un rumbo claro. Esa diferencia se ha transformado en una bandera política: defender el modelo neuquino y reclamar una distribución más justa de la coparticipación federal.
Desde diciembre de 2023 hasta hoy, la provincia pudo mostrar resultados palpables a pesar de las adversidades. Con la obra pública paralizada por decisión presidencial y con retención de aportes nacionales, Neuquén se sostuvo en base a austeridad, recorte de gastos políticos y eficiencia administrativa. Esa combinación permitió avanzar en la construcción de escuelas y hospitales, sumar inversión en seguridad y llevar adelante obras viales que mejoran la integración territorial.
Mientras tanto, los legisladores nacionales de las fuerzas tradicionales se movieron en otra sintonía. Los senadores de Fuerza Patria, Oscar Parrilli y Silvia Sapag, enfocaron su agenda en la situación judicial de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En paralelo, los diputados libertarios Nadia Márquez y Pablo Cervi votaron contra el financiamiento de la educación superior, afectando directamente a la Universidad Nacional del Comahue. Así, mientras el debate nacional se pierde en la pelea política, la provincia avanza por su cuenta.
El modelo neuquino no se limita a la obra pública. Becas estudiantiles como las Gregorio Álvarez, nuevas sedes de la UNCo en el norte y ampliaciones en el sistema de salud son parte de un esquema integral que busca generar igualdad de oportunidades. Esos logros han cimentado el discurso de los candidatos de La Neuquinidad, quienes se presentan como la voz que defenderá en el Congreso lo que se construyó con esfuerzo provincial.
Allí entra en juego un punto clave: la coparticipación. Neuquén aporta energía al país entero -gas, petróleo, electricidad- pero recibe apenas 51 pesos por cada 100 que envía al Tesoro Nacional. El desequilibrio es tan notorio que otras jurisdicciones llegan a recibir más del doble de lo que aportan. Por eso, el debate de una nueva Ley Federal de Coparticipación es una prioridad: se trata de corregir una injusticia histórica que frena el desarrollo de las provincias productoras. Son los legisladores que se voten en octubre los que tendrán a cargo esa responsabilidad.
En Zapala, en el segundo acto de campaña de La Neuquinidad se mostró la potencia de ese mensaje. Con el gimnasio de Tiro Federal colmado, el gobernador Rolando Figueroa encabezó un encuentro en el que defendió la salud pública, la inclusión y las obras provinciales. Su planteo fue claro: con los recursos actuales, Neuquén demuestra que puede crecer; con una coparticipación justa, el avance sería mucho más rápido y profundo. Ese es precisamente el mensaje con el que impulsa a los candidatos de La Neuquinidad: Julieta Corroza y Juan Luis “Pepé” Ousset (a senadores) y Karina Maureira y Joaquín Perren (a diputados).