El directorio de la petrolera YPF tiene una silla vacía. Es la que, hasta viernes a la tarde, ocupaba el ex gobernador de la provincia de Neuquén, Omar Gutiérrez, quien acaba de ser echado por el actual mandatario, Rolando Figueroa. La compañía nacional tiene un rol protagónico en las producciones de Vaca Muerta y las estrategias que ella aplica son fundamentales para los ingresos de la provincia, es por eso (y por la etapa que viene), que Figueroa decidió que ha llegado el momento de ejecutar el cambio.
Tomada la decisión y conocida la noticia, el gobernador explicó su decisión en un posteo de X, tan breve como contundente. “En el día de hoy le pedí al Cr. Omar Gutiérrez la renuncia inmediata al cargo de Director de YPF S.A., en el marco de las facultades de la provincia para designar un representante que esté en consonancia con los lineamientos estratégicos y objetivos definidos por la actual gestión de gobierno para la etapa institucional que atraviesa Neuquén y su posicionamiento en la empresa mencionada, de cara al futuro”, escribió.
El modelo de desarrollo equilibrado y equitativo que puso en marcha La Neuquinidad (frente de partidos que conduce Figueroa) no sólo se apoya en la austeridad y la eliminación de los gastos innecesarios del Estado, sino también en la tolerancia cero a los hechos de corrupción.
Eso ha decantado en el despido de ñoquis y la separación de funcionarios que no se mostraron a la altura de los cargos políticos.
Esas y otras cuestiones no tienen lugar ahora ni en la Neuquén que viene y se entiende que es por eso que, en su explicación del despido de Gutiérrez, Figueroa habló del posicionamiento en la empresa, “de cara al futuro”.
La empresa es la gran protagonista del desarrollo de cuenca petrolera neuquina y Figueroa entiende que la provincia necesita representantes que la defiendan como corresponde. No sólo en YPF, sino también en otros lugares claves, como en Congreso de la Nación, que renovará bancas en las elecciones de octubre próximo.
