La vida de policías y vecinos en Centenario parece no valer y depender de si pueden sortear ataques de un delincuente que para la justicia neuquina es considerado un paciente con problemas de adicción pero que nunca lo obligan a realizar un tratamiento como ocurrió con el caso “Tolosa” en Neuquén también tras cometer numerosos hechos.
En este caso el sujeto de apellido Chirino y apodado “Lagrimita”, tiene un historial de reiterados robos, agresiones con armas blancas a uniformados, el sujeto no tiene límites en atacar tampoco a adultos mayores sin importar la hora y si es en la vía pública. Todos se preguntan como un ladrón potencialmente peligroso sigue quedando en libertad y causando la indignación social.
Este último sábado 28 de septiembre robó una bicicleta y escapó encapuchado y caminando con total tranquilidad por la calle José Martí como lo registraron cámaras de seguridad. Pero luego a las pocas horas ocasionó disturbios en un mercado de la calle Quinquela Martin. Efectivos policiales de la Comisaría 52 que patrullaban lograron identificarlo en el sector de Felipe Sapag y Leopoldo Lugones cuando este escapaba.
Pero como ha ocurrido en otras ocasiones, este extrajo en ese momento un hierro de unos 30 cm con punta e intentó apuñalar a los policías quienes lograron eludir el ataque y reducirlo. Luego como interminables veces fue llevado al Hospital Natalio Burd donde en la guardia ingresó a los gritos e intentado causar más disturbios y generando malestar entre vecinos y personal hospitalario.
Será cuestión de horas seguramente para que ande libre por las calles y ocasionando temor y poniendo en vilo a la sociedad centenariense que ya está harta de lo que sucede.
El hermano ahora con prisión domiciliaria
El hermano menor de este sujeto semanas atrás fue demorado tras escapar luego de robar un celular y agredir a un policía en la cara con un cuchillo y provocarle cortes. Se supo que permanecía detenido en la Comisaría 19 Neuquén y la justicia dispuso de que cumpla prisión domiciliaria en la casa de un familiar y con consigna policial.
Con la escasez de móviles que padece Centenario en los últimos años, varios son abocados a consignas como en este caso donde no se trata de denuncias por casos de violencia de género sino de delincuentes con amplios prontuarios, algo que le cuesta comprender al vecino y también a las autoridades.