Los bomberos voluntarios de Centenario salvaron dos vidas en pocas horas durante la semana y la capacitación como siempre lo recalcan es fundamental para actuar con total profesionalismo y tranquilidad ante situaciones extremas donde la rápida acción permite que el la desesperación se convierta en tranquilidad en un abrir y cerrar de ojos.
El martes 03 de septiembre a las 13:22 una familia ingresa desesperada a la Central 8 de la calle Atahualpa Yupanqui, una mujer lleva en brazos a una nena de dos años y una joven madre grita “no está respirando”, allí el bombero Deuin Soto actúa de inmediato al observar ya cuando venían por la vereda y activa el timbre para que más personal llegue a la guardia.
Toma en brazos a la menor y la lleva a otro sector mientras le va aplicando maniobras, es que la niña convulsionaba a raíz de un cuadro de fiebre muy elevada. En pocos minutos y en medio del llanto de una de sus hermanas pudieron estabilizarla y fue convocada una ambulancia que la trasladó al Hospital Natalio Burd donde permaneció internada algunas horas en observación y su estado de salud mejoró.
El viernes 06 eran las 21:53 cuando un joven papá llega corriendo al cuartel con su hija de tan solo dos meses en brazos, la voluntaria Ximena Larriestra corre hacia la puerta para tomarla e inmediatamente detectar que respiraba con dificultad a raíz de la vía aérea obstruida. Sara Ortíz quien ese momento estaba atendiendo las emergencias en la guardia también colabora.
En segundos el subcomandante Patricio Álvarez, la cabo primero Claudia Jara, la enfermera Agustina Peso y el voluntario Juan Bustos se suman a la escena. Las palabras del jefe del cuartel informando que la beba respiraba hicieron que el papá que estaba agitado y conmocionado por la situación, pudiera comenzar a tranquilizarse.
Según se supo la mamá de la pequeña la había amamantado y se retiró a realizar unas compras y la dejó al cuidado de su pareja y este detectó que comenzó a respirar mal y no dudó en salir corriendo hacia la central ubicada a pocas cuadras de su domicilio.
La permanente capacitación de todo el personal ha permitido salvar muchas vidas de bebés y niños en situaciones similares donde cada segundo es fundamental recalca Álvarez quien se mostró orgulloso de sus compañeros en cada intervención como las mencionadas.
