La inflación desaceleró en marzo por tercer mes consecutivo, se ubicó en el 11% (levemente por debajo del 12,5% que había proyectado el mercado) y acumuló 51,6% en lo que va de 2024, según informó este viernes 12 de abril, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Por su parte, en el último año, el incremento alcanzó el 287,9%, el nivel más alto en 33 años.
En el desglose, el sector que registró un aumento exponencial fue Educación, con el 52,7%, debido a los fuertes aumentos en las cuotas escolares. En el podio también se ubicó Comunicación (15,9%), por las alzas en las tarifas de telefonía e internet, y en tercer lugar, Vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles (13,3%), por los incrementos en las facturas de electricidad.Informate más
La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (10,5%) y se destacó el alza en carnes y derivados, leche, productos lácteos y huevos, verduras, tubérculos y legumbres y pan y cereales.
A nivel de las categorías, Regulados (18,1%) lideró el aumento seguida por Estacionales (11,1%), mientras que el IPC núcleo registró un incremento de 9,4%, y logró así perforar los dos dígitos.
Inflación: qué hay detrás del dato de marzo
«Es un dato muy bueno, en términos de desaceleración de la inflación, porque marzo es particularmente uno de los más meses más complejos del año debido a los aumentos en la educación, por la actualización de las cuotas. Pero la baja de más de dos puntos entre febrero y y marzo habla de que el proceso de desaceleración está siendo más rápido de lo previsto», le dijo a este medio, el economista Lorenzo Sigaut Gravina, director de Equilibra.
Por su parte, desde Romano Group, analizaron: «Si bien el descenso es claro en materia de evolución de precios, no dejamos de destacar que – son niveles elevados aún de inflación – con tarifas acechando y por propia inercia, cada punto será más difícil de bajar que el anterior».
Para Rocio Bisang, economista de Eco Go, hubo dos factores contrapuestos que contribuyeron a la construcción del dato. Por un lado, los rubros vinculados a los servicios regulados se ubicaron por encima de la inflación, «presionando al alza en un contexto de corrección de precios relativos con subas en prepagas, colegios, energía eléctrica (que se computó repartido entre febrero y marzo), entre otros».
Por otro lado, especificó: «El desplome del consumo frente a la caída de los salarios reales, contuvo la inflación, siendo las categorías vinculadas al consumo no esencial las que menores subas mostraron». Incluso, Bisang detalló que le sorprendió el dato de indumentaria, que esta vez se ubicó por debajo del nivel general, cuando normalmente en marzo por el cambio de temporada suele ser un rubro que se destaca.
A nivel más macro, la economista de Eco Go, analizó: «La combinación de ajuste fiscal, dólar planchado y brecha estable, expectativas positivas (donde la reducción del déficit cuasifiscal juega un papel importante con la tasa negativa) y crecimiento de las reservas, tienen un efecto positivo en la desaceleración de la inflación. Todavía sin embargo queda bastante camino por recorrer para hablar de un cambio sostenible de la dinámica inflacionaria y los próximos meses pueden significar un desafío tanto a nivel económico como social y político».
IPC: anual en máximos en más de 3 décadas
La inflación interanual se ubicó en el 287,9%, la inflación más alta desde marzo del 1991, específicamente en 33 años, sin embargo, la desaceleración en la medición mensual deja algunos datos interesantes.
«Si bien aún se trata de un nivel alto de inflación, la tendencia es evidente y el dato de marzo es el menor desde noviembre del año pasado, y además menor al de septiembre y agosto de 2023. En 12 meses anteriores, solo 5 estuvo por debajo de este número», explicó Salvador Vitelli, head of research Romano Group.
Este dato de inflación, además, se ubicó por debajo de lo que proyectaban las consultoras (el promedio fue del 12,4%), y del REM del BCRA que proyectó la medición de marzo en el 12,5%.
En cuanto a la división geográfica del país, se ubicaron por encima de la media los datos de GBA y de la región pampeana con el 11,5% y 11,3%, respectivamente, mientras estuvieron por debajo del IPC, la Patagonia (10,5%), el Noreste (10,3%), Cuyo (9,3%), y el Noroeste (8,8%).
Según informó Sigaut Gravina, en «las dos primeras semanas de abril viene dando muy bajo y seguramente vamos a tener alimentos y bebidas en un dígito». También adelantó que la inflación núcleo probablemente continúe bajando aún más, pero habrá que prestar atención a los precios regulados y particularmente a las tarifas de gas.
«Esto también impacta en un mayor costo de las empresas, pero tarda más en trasladarlos a los precios finales. De todas formas, quiero decir que los regulados van a volver a subir y va a ser muy fuerte, razón por la cual uno podría esperar que abril termine en dos dígitos», cerró Gravina.
Por su parte, Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, proyectó: «Para la primera semana de abril mostró que el índice de precios minoristas creció un 10,2% mensual. Es decir, el índice de precios se sigue desacelerando. En base a estos datos, proyectamos que abril cerrará con una suba mensual del 9,5%; incluso ante el impacto de la suba de las tarifas».
«Por debajo de los dos dígitos, el mercado ve una senda bajista y lo que más va a impactar va a ser obviamente ver el dato de alimentos que está dando bajo en las últimas semanas. Después habría que ponernos a pensar que puede darse un impacto de entre 2 y 3% debido al incremento tarifario tanto de gas como de energía eléctrica y de los combustibles», agregó el economista Federico Glustein.
Para abril, los datos del relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA muestran un fuerte impacto de los ajustes en gas y el servicio de agua pero una importante moderación en la gran mayoría del resto los rubros, incluidos alimentos y bebidas, que son clave en la inflación núcleo. Por ello, la inflación total del mes podría llegar a ubicarse en un dígito.