Las autoridades australianas confirmaron este domingo la muerte de 15 personas en la playa de Bondi, al este de Sídney, por un tiroteo que obligó a acordonar la zona y que causó también al menos 29 heridos.
Las autoridades policiales confirmaron las víctimas mortales en un breve informe a los periodistas congregados en la zona y detallaron que uno de los agresores había sido abatido, mientras que el segundo se encuentra arrestado.
A través de un comunicado difundido en redes sociales, la Policía de Nueva Gales del Sur -estado en el que se encuentra Sídney- pidió a la población evitar la zona y exhortó a quienes se encontraban en el lugar a buscar refugio, mientras agentes y servicios de emergencia se desplegaban en el área para evaluar la situación.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, anunció que el gobierno podría avanzar hacia una reforma en la legislación de tenencia de armas tras el ataque mortal en Sídney, donde un hombre de 50 años y su hijo de 24, ambos con armas legales, acabaron con la vida de 15 personas durante una festividad de Janucá.

Albanese declaró este lunes día de luto nacional, con banderas a media asta y un mensaje de respaldo a la comunidad judía afectada.El mandatario elogió la valentía de los servicios de emergencia y de quienes intervinieron para detener a los atacantes.
El comisionado de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, informó que las autoridades hallaron y retiraron dos artefactos explosivos improvisados (IEDs) activos durante su intervención tras el atentado en Sídney. Los dispositivos fueron recuperados por la unidad especializada de rescate y desactivados de manera segura.

Lanyon subrayó que la presencia de estos explosivos elevó el riesgo potencial de la tragedia y agradeció que no llegaran a ser detonados.















