En Neuquén, la crisis en el sistema de salud pública se ha intensificado, y los profesionales nucleados en SIPROSAPUNE han iniciado la quinta semana consecutiva de medidas de fuerza que incluyen retenciones de tareas ambulatorias y un paro general programado para el próximo miércoles 9 de octubre con movilización a las 10:30 a Casa de Gobierno.
La situación, marcada por una creciente preocupación entre los médicos y profesionales de distintas especialidades, destaca la urgencia de una solución ante las condiciones laborales y salariales desfavorables. El doctor Juan Ferrari, secretario general de la Asociación de Profesionales de Neuquén (SIPROSAPUNE), se encuentra en el Hospital Natalio Burd, donde expresó su descontento con la falta de diálogo por parte de las autoridades provinciales de salud. «
Estamos muy preocupados porque las autoridades no parecen interesarse en sentarse a dialogar. La renuncia de trabajadores es una realidad que habla de la grave disfunción del sistema», afirmó. La falta de recursos humanos en hospitales y centros de salud es alarmante describió. “Desde la pandemia, la atención ambulatoria ha sido severamente restringida, y ahora, con la escasez de profesionales para cubrir turnos y especialidades clave, como fonoaudiólogos y pediatras, la situación se vuelve insostenible”.
Ferrari subrayó que los esfuerzos del sistema de salud parecen centrarse en garantizar las guardias, a expensas de la atención integral de los pacientes. Uno de los puntos más controversiales del conflicto es el pago del ítem de «arraigo», solo aplicado para algunas especialidades, lo que ha generado diferencias salariales inauditas. «No estamos en contra del arraigo, pero es inadmisible que haya salarios que no superen la línea de pobreza. Es fundamental que todos los profesionales reciban una retribución justa, no solo algunos», expresó Ferrari.
El contexto se complica aún más cuando se menciona que algunos médicos y profesionales de la salud están siendo atraídos por las clínicas privadas que ofrecen salarios hasta tres veces superiores a los del sistema público».

«Los salarios en salud pública están por debajo de la canasta básica, y esto no es sostenible. El sistema de salud pública debería ser un pilar fuerte y equitativo, pero parece que hay un interés por debilitarlo en favor de clínicas privadas», enfatizó el médico. Adelantó que las medidas de fuerza continuarán hasta que se escuchen y atiendan las exigencias de los profesionales de la salud.
Entre líneas se refirió a ATE cuyas críticas vinieron por el lado de su secretario general Carlos Quintriqueo quien señaló que había intencionalidad política detrás de las medidas del gremio y que el ex Diputado Darío Martínez estaría relacionado, algo que Ferrari desmintió y sostuvo que desde hace meses reclaman por esta situación y que hoy hay más sindicalistas preocupados en postularse en la política, en clara referencia al lanzamiento que hacía Quintriqueo de cara a 2025.