El jueves por la mañana, un grupo significativo de taxistas se congregó frente al Concejo Deliberante de la ciudad de Centenario, en una manifestación que pone de relieve la tensión en lo que respecta a un pedido de aumento de urgencia. El presidente de la Asociación de Taxis, Marcelo Montoya, fue quien brindó detalles sobre las razones detrás de esta medida de fuerza.
Montoya comenzó su intervención con una disculpa al público por la incomodidad de la situación. Explicó que la manifestación es el resultado de una larga serie de reuniones sin respuestas concretas por parte del consejo deliberante. «Hemos presentado una nota el 2 de septiembre solicitando un reajuste de tarifas en virtud del significativo aumento del combustible y de los impuestos, que ha subido un 40%,» dijo. La inacción de las autoridades, según Montoya, ha provocado que se sientan ignorados, ya que desde hace más de un año están esperando que se analice su propuesta.
La bajada de bandera en Centenario debería estar alrededor de 1307 pesos, de acuerdo con los cálculos de los taxistas basados en los actuales aumentos de costos. Sin embargo, la realidad es que aún no se ha implementado este ajuste, y los taxistas están preocupados por el impacto que tendrá el anuncio de un nuevo aumento de tarifas a fin de mes si no se toman decisiones urgentes.
«No queremos hacer ruido, pero hemos quedado en el medio de una pelea entre concejales que no logran ponerse de acuerdo,» mencionó Montoya, refiriéndose a la falta de resolución en el consejo. La frustración es palpable: los taxistas afirman que en lugar de abordar sus reclamos, algunos concejales se burlan de su situación y sugieren que suspendan el servicio.
En este clima de descontento, la falta de respuestas concretas ha llevado a la medida de fuerza. Montoya expresó que «el taxista no quiere hacer ruido, quiere trabajar», pero la inacción del consejo les deja sin otra opción. La movilización durante la mañana incluyó el corte del tránsito en varias arterias cercanas al consejo, reforzando su mensaje.
La situación también ha sido complicada por la introducción del tema Uber en discusiones recientes dentro del consejo. Montoya criticó a los concejales por discutir sobre plataformas de transporte alternativas mientras los taxistas, que llevan décadas de trabajo en la ciudad, enfrentan un desprecio claro por parte de las autoridades. «Nos están tomando el pelo,» se quejó.
En medio de esta protesta, la comunicación con el consejo sigue siendo deficiente. Montoya resaltó que a pesar de las promesas de atención, los taxistas nunca son convocados oficialmente y siempre deben insistir para ser escuchados. «Nos vamos a quedar aquí hasta que alguien nos dé una respuesta concreta y firmada,» concluyó.
El concejal Sebastián Krapp, manifestó que es necesario bajar la tensión porque venían con un buen diálogo y se está trabajando en comisiones. En tanto que Nancy Bibow, indicó que se faltó el respeto porque hubo cosas que nunca se dijeron en la mesa.
A esto los taxistas dijeron que no se iban a ir. Afuera había presencia policial porque la calle San Martín permanecía cortada. Quedaron en regresar el viernes tras el compromiso de la comisión F de tratar un nuevo aumento en sesión especial.
