Un hombre deambula por calles del Casco Viejo desde hace algunos días y los problemas psiquiátricos que padece son notorios. El martes por la noche ingresó a un bar de la calle Darrieux y comenzó a insultar a clientes y trabajadores del lugar hasta fue retirado mientras esperaban la intervención policial.
Cruzó hacia la Plaza San Martín y continuó atormentando a vecinos que disfrutaban de la cálida noche. Fue demorado al tornarse violento y traslado al Hospital Natalio Burd, aunque a las pocas horas quedó nuevamente en la misma situación.
En la mañana del miércoles provocó nuevos disturbios en la calle Chile y además de insultar a mujeres que caminaban se cruzaba entre los vehículos. Los mensajes en los grupos de WhatsApp pidiendo la presencia de efectivos policiales se reiteró.
A la tarde otra vez en la Plaza San Martín caminaba con los pantalones bajos y en un momento le exhibió los genitales a unos jóvenes que pasaban en bicicleta. A las 19:30 en el mismo sector andaba con ropa interior y varios padres que estaban con sus hijos en los juegos decidían alejarse.
Un móvil de la comisaría local con dos efectivos policiales, entre ellos la subcomisario, se acercaron e intentaron dialogar, pero este no se retiraba, en un momento ingresó a la iglesia cuando se desarrollaba una misa, luego empezó a revolver los tachos de basura de la vereda.
Si bien alertaron nuevamente al Hospital Natalio Burd de ello, lo que ocurre pone en debate la actual Ley de Salud Mental que indica que la persona debe aceptar ser internada por su propia cuanta cuando exista riesgo para su integridad y la de terceros. Sin motivos tampoco puede ser demorado por la Policía y esto es lo que sucede en reiteradas oportunidades en la ciudad.
Según trascendió el sujeto en cuestión sería oriundo de Neuquén y paciente de un nosocomio también capitalino, está en situación de calle y se desconoce cómo llegó a Centenario.














