En una audiencia de modificación de las medidas cautelares realizada el lunes, el asistente letrado Gastón Medina requirió que un joven de apellido Contreras, que se encuentra detenido en prisión domiciliaria por delitos contra la propiedad, continúe detenido, pero en prisión preventiva en una comisaría. Esto no fue posible ya que un juez rechazó el pedido y el sujeto regresó al domicilio de donde ya había escapado, además amenazó con que por la noche serían apedreados los policías de la Comisaría 52 que custodian el lugar.
Durante la audiencia Medina sostuvo que en todos los hechos imputados “hay un patrón que se repite, una contundencia en la imputación”. Además, destacó que cuando se le formuló la acusación, el juez Lucas Yancarellí resolvió darle una oportunidad y como medida cautelar sólo le fijó la obligación de presentarse ante una de las autoridades para demostrar que se sometería al proceso.
Luego de haber sido beneficiado con ese plus de confianza, el 24 de julio amenazó a un adolescente y se le impuso una prisión domiciliaria hasta el 30 de noviembre. Esa fue la medida cautelar que incumplió el 20 de octubre, a las 3:50 de la madrugada, fue hallado fuera del domicilio y con un cuchillo en su poder.
Durante la audiencia realizada el lunes, el asistente letrado afirmó que el acusado podría “no solamente violar la prisión domiciliaria escapando al control policial, sino también cometer otro hecho delictivo”. Entonces, luego de que incumpliera las medidas cautelares menos graves, requirió que se fije la prisión preventiva hasta fines de noviembre.
Sostuvo que F.H.C “demuestra que en su accionar no hay medida que funcione”. “Ya hemos pasado por los comparendos, por la prisión domiciliaria, solo resta la prisión preventiva. En caso de llegar a un acuerdo con la defensa se podría arribar a una condena antes del plazo requerido o un eventual juicio”, afirmó.
A pesar de los argumentos del fiscal, el juez de garantías Gustavo Ravizzoli rechazó el pedido y dispuso que el imputado continúe con prisión domiciliaria, aunque con custodia permanente. En su resolución, explicó que «el imputado incumplió la medida” y que “estaba a cuatro cuadras aproximadamente”.
“El dato objetivo es que incumplió la detención domiciliaria. Debo dictar una medida que neutralice los riesgos y que sea idónea”, agregó el juez, quien rechazó la prisión preventiva y sumó los controles permanentes por parte de la policía. “La prisión preventiva debe ordenarse cuando no haya una medida menos gravosa que pueda servir para lo que se persigue”, señaló.
