La tarde del sábado 07 fue agitada en Centenario por una persecución y tres choques que de milagro no terminaron con personas heridas. Todo se inició cuando en la zona del Banco Santander, a la vera de la Ruta 7, un joven de 21 años en un auto Volkswagen Gol se dio a la fuga de la Policía cuando intentaban identificarlo y se inició una persecución que continuó por el Acceso Jaime de Nevares y la ruta interprovincial hacia Cinco Saltos.
A la altura de la ex Rosadita, el auto que iba a gran velocidad y pegado a los otros vehículos que transitaban choca contra la parte trasera de un Chevrolet Classic cuyo conductor intentó bajar a la banquina advirtiendo que algo sucedía. Tras esto el sujeto sigue escapando hacia el Barrio Villa Obrera, detrás iban los móviles policiales.
Cuando ingresa a la calle Fernando Rivas, a pocos metros del Centro de Salud barrial es que pierde el control e impacta contra el paredón de una vivienda y luego contra un poste de tendido eléctrico. Los efectivos policiales lo demoraron de inmediato y se supo que hubo forcejeos, según informaron no contaba con licencia de conducir ni documentación del vehículo.
Pero no todo finalizó en ese momento ya que un móvil de la Comisaría Quinta, una Volkswagen Amarok JP 1504, acudía al lugar y en otro sector de la calle Rivas, ubicado a unos 200 metros del anterior hecho, chocó contra la parte trasera de una Ford Ranger que daba marcha atrás luego de que le indicaran a su conductor que regresara porque había un procedimiento policial. La pickup particular luego de ser chocada fue contra el frente de una vivienda y derribó una reja y un portón, al joven lo multaron por tener vencida la licencia.
Milagrosamente no hubo heridos ya que además es una calle muy angosta y sin veredas. Si se registraron daños en los cuatro vehículos y en las acometidas de las viviendas por lo que debió ir personal del EPEN. En el lugar se hizo presente personal de Tránsito Villa Obrera y comenzó las primeras pericias.
El joven demorado fue trasladado a los asientos de la Comisaría Quinta, en el lugar hubo discusiones entre dos vecinos y efectivos por un celular que había adentro del auto. Los test de alcoholemia al efectivo que conducía el móvil siniestrado dieron negativo y lo mismo para el joven que conducía la Ranger quien se mostró ofuscado por el choque y los daños generados.
Se investigará además si los frenos de la Amarok policial presentaban fallas y se supo que el viernes había sido retirada del taller y había unos 20 metros de marcas sobre la calle de tierra.
Un perito accidentológico arribó desde Neuquén y también continuó con las diligencias fotográficas en el lugar. En el lugar se hizo presente el subcomisario Juan Valenzuela, de la Comisaría Quinta para relevar lo sucedido.
Una vez que finalizaron con los testimonios y la documentación solicitada además de las pericias, la camioneta fue entregada a su propietario y el móvil trasladado al Destacamento de Tránsito del puente.
