La tensión en el Barrio 173 Viviendas de Centenario fue escalando el domingo 14 en Centenario y por poco no termina con un incendio de una vivienda y agresiones hacia un limpiavidrios que junto a sujetos del ambiente delictivo están en una vivienda en construcción que se convirtió en un aguantadero.
Las familias denuncian que desde que el lugar fue abanado constantemente sufren robos y que ya la situación que causó enojo y repudio fue cuando al menos cuatro personas arrastraron a un joven a la fuerza hacia el interior del domicilio e intentaron abusarla. En ese entonces según dicen el móvil policial llegó, pero 40 minutos después y por un vecino que fue personalmente a relatar lo que ocurría a dos cuadras.
Después ese hecho el domingo 14 de enero a la madrugada dos delincuentes ingresaron a una casa del sector y robaron una escalera y otros elementos, al parecer los dejaron unos minutos en la vivienda abandonada y luego los llevaron a otro lugar. La Policía arribó y demoró a dos de los sujetos de apellido Gómez y Alvarado, que serían los autores del hecho.
Pero el enojo de los vecinos fue tal que llegaron hasta la esquina de Bolivia y Storni, frente al barranco y las peatonales, y decidieron prender fuego los yuyos de más de un metro que cubrían el acceso a la vivienda, en el interior se observaban mensajes amenazantes como “vamos a matar a todos” y que “ningún milico entre” y “no va a quedar ninguno”. En una de las habitaciones ropa tirada y otros elementos mientras que en otra ubicada al lado el olor era nauseabundo por la orina y tarros con materia fecal.
Los presentes no querían hablar ante los medios por temor a represalias, pero aseguraron estar cansados y hasta de elevar notas al municipio que habría multado al propietario, quien sería de Plottier, pero nada cambió y al contrario, empeoró. Cuando había pasado una hora de esto al lugar llegó un hombre en situación de calles quien dijo ser limpiavidrios y les pidió explicaciones a los vecinos de porque le habían incendiado un colchón y que el limpiaba vidrios para mantener a su hija, pero no robaba ni insultaba, le recriminaron que debía hacer algo para que los otros hombres no robaran.
La discusión fue escalando y en ese momento un patrullero de la Comisaría 52 pasaba por el lugar. Un vecino le dijo que no querían que vuelvan más y allí lo empujó, cuando el trapito se acercó de vuelta a confrontar fue reducido por uno de los efectivos policiales y luego esposado y subido al móvil, finalizó demorado en la unidad policial. Ese momento fue grabado en un video pero luego los presentes solicitaron que no se difundieron por temor a represalias.
La calma regresó, aunque no de manera total y las familias de un barrio que hace años era tranquilo y donde todos se conocen, están dispuestas a resistir cualquier intento de avance de la delincuencia. Lo sucedido preocupó a las autoridades municipales a tal punto que las convocaron a una reunión con el intendente Cimolai para el lunes al mediodía.
